Datos personales

Mi foto
L´Ombilique des Limbes, Burkina Faso
AMANTE DE LA LIBERTAD POR SOBRE TODAS LAS COSAS

martes, 26 de febrero de 2008

Y Uds. qué opinan?

En medio de esas reflexiones algo tontas por no decir boludas, me surgió este interrogante: cuando hay a la vista una hermosa planta con flores en algún lugar algunos dicen "mirá que hermosas, son tan lindas que parecen artificiales (Y EN GRAL SON NATURALES) y otros dicen " son tan lindas que parecen naturales" ( Y EN GRAL SON ARTIFICIALES)...
CUÁL ES ENTONCES EL PARADIGMA?

lunes, 18 de febrero de 2008

La Premiata



Letra
Dove stai? Dove sei?
Solo dentro me.
Cosa fai? come sei?
solo come me.
Inventarti qua e là
è gioco vecchio oramai:
bussa già
la fretta di te.
Che farai amore mio,
che sorriso avrai?
Dai tuoi si dai tuoi no
cosa imparerò?
Principessa serena del cielo che avrò.
bussa già
la fretta di te.

jueves, 14 de febrero de 2008

PLEAMAR


Pleamar

Temblando temblor trémulo
Mi cuerpo diapasón
Vibra tu toque

Remolino al centro
Mi ombligo
Desagota huracanes

Párpados silentes
Mis ojos
Te develan sin remedio

Entregada de toda entrega
Gineceo expectante
Estallo en fuegos de artificio

miércoles, 13 de febrero de 2008

mi mundo en imágenes

Cacique Guaicapuro Cuatemoc


"Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea (08/02/2002).

Con lenguaje simple, que era trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humano y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.

Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660, llegaron a San Lucas de Barrameda, 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias. O a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos.

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan MARSHALLTESUMA, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:

¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.

Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda,una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica..."

Obtenido de "http://wiki.gleducar.org.ar/wiki/Carta_del_Cacique_Guaicaipuro_Cuatemoc"
Esta página fue modificada por última vez el 20:31 3 ene 2006. Esta página ha sido visitada 2.145 veces.
El contenido está disponible bajo los términos de la Atribución-CompartirDerivadasIgual2.5 Argentina

jueves, 7 de febrero de 2008

La Pizarnik


Sin tierra común

Alguna vez sabrás por qué hablas menos de lo que dices. Sólo tú puedes hablar del hablar porque es tu emblema, tu flagelo.
Aún ahora, también ahora, sílabas hostiles disuenan en tu cuerpo. Pero tú sabes que un día se libertarán, irrumpirán, y nunca dirás las palabras de todos, aquellas que no aceptan servirte porque a ti no te sirve.

aguardadora insomne
tiembla sobre la página blanca
arroja sal a los ojos del asesino
y es un mundo blanco y sin ti

domingo, 3 de febrero de 2008

Apocalypse Now_ Una de mis partes favoritas


No lo conseguí subtitulado, pero dice algo así:“... he visto los horrores. Los horrores que has visto tú. Pero no tienes derecho de llamarme asesino. Tienes derecho de matarme. Yo tengo el derecho de hacerlo. Pero no tienes el derecho de juzgarme...... es imposible de expresar en palabras... describir...lo que es necesario, para aquellos que no conocen... el significado del Horror. El Horror tiene un rostro. Y debes hacerte amigo del Horror. El horror y el terror moral son tus amigos. Si no lo son... son enemigos a quienes debes temer. Son verdaderos enemigos...”

Luego cuenta cuando pertenecía aún al ejército de los EEUU, y fueron comisionados para vacunar niños, niños que enfermaban a causa de las atrocidades del gran país del norte, y cómo por dignidad, aún con mucho dolor, los abuelos amputaron esos brazos en señal de rebeldía y con muchísima dignidad:
“... cuando los ví... lloré como una abuela. Me quería arrancar los dientes. No sabía qué hacer!. Y recuerdo.. no quiero olvidarlo nunca... nunca quiero olvidarlo. Y entonces descubrí... como si me hubiesen atravesado la mente con una bala de diamante. Entonces pensé .. La determinación! La determinación es perfecta, genuina, completa, cristalina, pura. Y descubrí que ellos eran más fuertes que yo... pues podían soportarlo. No eran monstruos... eran hombres comunes...que luchaban con el corazón. Tenían familias e hijos, que estaban llenos de amor... Y que tuvieran la Fuerza!!!! La Fuerza de hacer eso!!!. Si tuviera diez regimientos de esos hombres nuestros problemas aquí acabarían muy rápido. Se necesitan hombres que sean morales.....”

Enfin, quería compartir esto con Uds

viernes, 1 de febrero de 2008

La Escalera

LA ESCALERA

Ella se empinó todo el degradé de un trago. Ese de mármol que empieza en el más flagrante blanco. Blanco luz día. Y termina en el piso de arriba en un azul marino casi negro, entre las brumas de la antesala.

Cuando iba por los escalones gris muy claro todavía, se abrió la puerta de calle por segunda vez, y supo que había entrado él. Podía vibrar su presencia, aún sin darse vuelta. Sus movimientos se hicieron más insinuantes. Ella sentía exquisitamente, cómo el deseo de él, bastaba para que su cuerpo volviera a pasar del mundo de lo desencarnado al mundo de lo encarnado.

No sólo tornearon sus piernas, también los ojos del hombre le hicieron recordar gozosamente dónde terminaba su espalda. Ese estremecimiento que nace en la nuca, y termina entre las piernas, casi como un vértigo eléctrico y delicioso, la puso tibia y húmeda.

No pudo evitar pensar si estarían solos o si habría alguien más. Ella creía haber renunciado a todo goce. El simple sonido de la puerta de calle la había estremecido. Por un lado se sintió de nuevo entre los vivos. Por otro la aterró que la zozobra del deseo nunca satisfecho terminara por aniquilarla.

Por fin se internó en la espesura. Sus ojos se clavaron en la filigrana que se proyectaba en el piso, alquimia de reja, ventanal y luces callejeras.

Mezcla de sensaciones intensas. Se dejó soltar, le dijo basta al pánico. Y Dios? Y la culpa del después?. Cómo conjurar ese caleidoscopio; quería conjurarlo?. Se dio cuenta que el motor de su vida eran las ganas del deseo, que la hacían pendular eternamente del infierno al paraíso.

Ciclos y giros. Lo sensible y lo sensual. La libertad: un don? Una maldita condena? Una bendita gracia?. Al bajar la cabeza, su nuca había quedado completamente expuesta. Ese aliento sobre su desnudez tenía un ritmo inconfundible. Sintió al varón plantado por detrás, dedos trémulos sobre su ombligo desabrochando sensaciones, despertando algo que empezó como un hormigueo y se desató en voracidad caníbal.

Ese otro corazón, turgente y pulsátil, que los hombres llevan aprisionado detrás de la bragueta le recordó de manera más contundente, y por segunda vez, dónde terminaba su espalda. El botón del éxtasis que las mujeres atesoran entre sus piernas llegó esta vez al borde del estallido.

No había caso, no podía dejar de encaramarse a cada nueva ola, esas que al gestarse prometen placeres inefables. Terrores quizás más inefables aún. No podía sino seguir. Estaba fascinada por el fenómeno de lo que ella llamaba la VIDA, con toda su crudeza, con todo su espanto y con toda la maravilla que encierra.

El deseo solía hacer que su brújula enloqueciera, sus instintos más felinos se eclipsaran. Sus intuiciones fueran dudosas. Se sentía exhausta .Y sin embargo esa embriaguez era irrenunciable. Quizás algún día pudiera ser redimida por una suerte de milagro: el azote divino y azul, eternamente temido, tan temido como desesperadamente necesitado.